La pieza la compré quebrada y pensando en otorgarle una segunda oportunidad.
El Kintsugi se aplica a piezas quebradas y así enaltece su resistencia y desde un nuevo ángulo vuelve a estar presente. Se le toma como analogía al sufrimiento por el que ha pasado un ser y que ha sido capaz de dejarlo atrás y volver a ponerse de pie. Las fracturas no son motivo de rechazo, sino, por el contrario.
Esta vasija tomó su viaje y en el proceso de importación sufrió el daño y "gracias" a eso, llegó a mis manos donde he podido brindarle una nueva perspectiva.
Recuperada con la técnica japonesa de Kintsugi, reparar cerámica con oro, en este caso, polvo de oro de mica, que no es toxico. El adhesivo principal utilizado en el kintsugi tradicional es la laca urushi, una resina natural derivada de la savia del árbol urushi. El urushi es un material no tóxico e hipoalergénico, apto para alimentos y agua.
El trabajo de kintsigi es un proceso lento, requiere de cierta temperatura y humedad para curar. Esta pieza en particular me demando varios meses, lo que dejó una grata tranquilidad con el resultado obtenido.
La vasija tiene un diámetro de 13.5 cm.,unalto de 7 cm., y sumango se extiende por 8 cm.